El sector del transporte por carretera en Navarra ha sabido adaptarse y seguir desarrollándose en un año de sobra duro y demasiado largo con la pandemia para todos. El transporte de mercancías no ha parado de manera general, aunque depende del cliente, y ha logrado llegar a cada destino para el abastecimiento de la sociedad. Por su parte, el transporte de viajeros ha sufrido una paralización total de sus servicios, con una leve recuperación en las líneas regulares y todavía a la espera de arrancar después de más de 13 meses sin actividad en las líneas discrecionales, esenciales para la actividad cultural y turística de nuestra tierra.
Desde ANET hemos luchado por visibilizar la necesidad de inversión en carreteras, así como por frenar la imposición de peajes a vehículos pesados, que ya pagan unos impuestos que suponen la aportación de 275 millones de euros anuales a las arcas forales, un 4,5% del PIB en Navarra. Estos peajes son un nuevo impuesto a la sociedad, dado que las empresas van a tener que pagar la diferencia de precio por el encarecimiento del transporte local a causa de una recaudación injusta que afecta, en definitiva, a nuestro consumidor final, al navarro que quiera comprar productos navarros.
Advertimos igualmente, en cuanto a la evolución del transporte de mercancías, que estamos a punto de quedar muy atrás en competitividad por la falta de una estrategia que entienda que el transporte y la logística van unidas. Por esta razón, no dejaremos de insistir en su importancia ni de aportar a su desarrollo hasta que Navarra sea referente en logística, donde apostamos por la digitalización y la sostenibilidad, confiando en el impulso que va a recibir desde la nueva Cátedra de Logística de la UPNA.
