
REVISTA TRANSPORTE PROFESIONAL
La falta de relevo generacional en el transporte es evidente, pero sólo con una reflexión general de los obstáculos que dificultan su acceso podremos mejorar y revertir la situación. En estos años dedicada a la formación profesional del transporte y la logística, veo claros impedimentos en el momento y en los requisitos para entrar al sector, así como en el sistema de acceso que encorseta la formación.
En primer lugar, cabe señalar la edad de acceso y los estudios exigidos: esperarse hasta los 21 años para poder conducir un camión deriva en que los jóvenes entren a trabajar a otros sectores antes de esta edad y se queden allí. Sobre todo, teniendo en cuenta la preparación y títulos que se exigen para ser transportista autónomo u operador de transportes. Tenemos, de hecho, alumnos que se han sacado el título de bachiller sólo para poder presentarse al examen de Competencia Profesional y ser transportistas autónomos.
Por otro lado, desanima que la formación para acceder al sector del transporte cada vez se parezca más a la preparación de una oposición y menos a una formación profesional y capacitadora. Pienso que el modelo de examen teórico de la Dirección General de Tráfico (DGT), como para aprobar un carnet, ha marcado los exámenes de inicio a esta profesión, como el CAP inicial o Competencia Profesional. Me gustaría poder ofrecer una formación más humana e ilusionante para captar nuevos perfiles, pero el sistema de evaluación lo impide, al basarse en la memorización de supuestos y de preguntas de tipo test.
Articulo de opinión de Natalia Aguirre, responsable de formación en ANET – Asociación Navarra de Empresarios de Transporte por Carretera y Logística