
De las cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social de empresas y trabajadores, existe un porcentaje del 0,7% que se destina al denominado fondo de formación continua bonificada. Con ese dinero las empresas pueden recuperar lo que inviertan en cursos de formación de los empleados en activo para mejorar sus habilidades y competencias profesionales, o adquirir nuevas aptitudes. El mecanismo se creó en 1993 bajo la denominación de Forcem y ha ido evolucionado hasta la actual Fundae (Fundación Estatal para la Formación en el Empleo) en la que participan la patronal (CEOE y Cepyme), los dos sindicatos mayoritarias (UGT y CC OO) y el SEPE.
Sin embargo, ni todos los empleados, ni por supuesto todas las empresas, conocen que tienen disponible ese crédito para recuperar lo invertido en formación, ni, tampoco, que pueden acumularlo hasta dos años si lo comunican antes de junio. Según los últimos datos disponibles, de los 16,4 millones asignados en 2020 a las empresas navarras, 9,2 millones se quedaron sin utilizar. Es casi tanto dinero como el que destina el Servicio Navarro de Empleo para todos sus cursos de formación y convocatorias. Aunque en 2020 el volumen de dinero para formación que se quedó sin utilizar fue mayor debido a la pandemia de la covid, en ninguno de los ejercicios precedentes se ha llegado a utilizar todo el dinero asignado.
LA CEN Y EL SNE TRABAJAN PARA AGRUPAR FONDOS DE PEQUEÑAS Y MICRO COMPAÑÍAS
“La formación no es un gasto, es una inversión”. Natalia Aguirre Iriso cuenta con 25 años de experiencia en el área de formación. Fue la encargada de implantar la formación bonificada cuando llegó a ANET (Asociación Navarra de Empresarios de Transporte por carretera y logística) en el año 2008. Hoy la asociación, una de las entidades organizadoras que existen en la comunidad, es una de las que más crédito logra recuperar cada año del que tienen disponible sus empresas para formación, en torno a 120.000 euros. Una cantidad, precisa, que ni siquiera llega a la mitad de la asignada. Este año son ya 162 las empresas del transporte y la logística que han participado en las acciones formativas que organizan y calcula que serán 200 cuando finalice el año.
“Todos los cursos que organizamos están orientados a nuestro sector”. Son alrededor de 20 acciones formativas cada año, una de ellas dirigida a obtener el Certificado de Aptitud Profesional (CAP) de los conductores de vehículos de transporte de viajeros y mercancías por carretera que aglutina alrededor de 30 cursos con una media de 15 participantes y que realizan tanto en Pamplona, como en Tudela, San Adrián y Lesaka. Reconoce que el trabajo de gestión que hay detrás de la organización de cada curso es notable por lo que la “ayuda” del SNE les va a venir muy bien para cubrir costes. Le gustaría que más empresas se animarán a participar. “No supone coste alguno para ellos y es muy interesante para que puedan formar a sus trabajadores y ser competitivos”.